In memoriam
CARMINA LACRUZ CUERVO
Delegada Diocesana de Pastoral con
Mayores
DEL FUNERAL DE CARMINA LACRUZ CUERVO
MONICIÓN DE ENTRADA
Querida familia, queridas Hermanitas, queridos
amigos:
Nos reunimos esta tarde aquí, en ésta que ha sido su
casa durante los últimos años, para celebrar en presencia del Señor el
Encuentro con el Padre de nuestra hermana Carmina.
El sábado por la tarde la visitaba, pocas horas
antes de su fallecimiento. Sentía que la vida física se le escapaba; intuía que
el Señor la llamaba. “Hace tiempo que tengo el equipaje preparado”, me decía.
Carmina junto con Tino, su marido; Carmina y Tino,
han sido siempre ejemplo y escuela de vida espiritual y religiosa, testigos y misioneros;
fieles a la Iglesia, su Iglesia, porque así la sentían; alma de los distintos
Movimientos en los que han trabajado hasta desfallecer: Acción Católica,
Cursillos de Cristiandad, Equipos de Matrimonios de Nuestra Señora, Vida Ascendente.
No tenían hijos, pero para muchos de nosotros han
sido los padres que nos han ayudado en el camino del seguimiento de Jesús, que
nos han acompañado en el camino de la fe.
Mantengamos viva su presencia en nuestro corazón y
en nuestra vida.
Jaime Barrecheguren Beltrán
ACCIÓN de GRACIAS
Gracias porque el Señor nos ha regalado a Carmina.
Con tu bondad, tu presencia, tu sabiduría; siempre
atenta a todo, para que no faltara nada, como María “con un corazón que ve”,
todos nosotros hemos sido tocados por el dedo de Dios.
Hoy estamos aquí muchas personas, amigos de todas
partes de Galicia para hacerte el último homenaje –Carmina-, tus hermanas, tus sobrinos,
tus amigos de tantos trabajos apostólicos; de Cursillos, de Vida Ascendente, de
Equipos de Nuestra Señora, y los compañeros y Hermanitas de esta querida casa.
Hoy nos despedimos de tu cuerpo, sacramento de tu
persona, pero te quedas con nosotros como algo vivo, con una misteriosa
presencia real, porque todos los que te he hemos conocido y querido, somos mejores
personas, algo de ti se ha quedado para siempre en nosotros.
¡Qué gran ejemplo y testimonio de vida estos últimos
años, en los que te fuiste desprendiendo de todo lo que tanto querías, para
estar libre de equipaje, y lo hiciste por Tino, la primera razón de tu vida.
Dejaste tu bonita casa, tus cosas de mujer que te
encantaban, y con la alegría de siempre, volviste a empezar en esta casa, más
grande y al mismo tiempo más pequeña.
Esta Residencia, ha sido tu hogar estos últimos
años, porque tu casa estaba donde estaba tu corazón, y tu corazón ha estado
aquí con las Hermanitas.
Ahora terminada la carrera, como decía San Pablo, ya
te has reunido con Tinito, y hasta te has querido llevar contigo, la foto de
vuestra boda, por si Tino no te reconocía.
El Señor os envió a la misión de dos en dos, (cf.
evangelio del día 7) y así fue la vida de Tino y Carmina, un camino a dos por
las sendas del Señor que los llevó por toda Galicia y parte de León, anunciando
la Buena Noticia del matrimonio y la familia. También trabajaron en la viña en
el Movimiento de Cursillos, y cuando creísteis que ya lo habías dado todo,
Monseñor Cerviño os pidió que os hicierais cargo de un movimiento de
evangelización de los mayores.
¡Qué gran regalo habéis sido para la Iglesia! Y que
afortunados todos nosotros, pues vuestra casa siempre fue Betania, la casa del
amigo.
Estoy segura de que el Buen Dios, que siempre os
llevó a Tino y a ti en la palma de su mano, en esta última etapa de tu vida,
más difícil sin Tino, el Señor no te ha dejado sola, y nosotros hemos visto que
guiaba todos tus pasos y te llevaba en su colo.
Mª Carmen Arenas Villarroel
VIGO, 8 de julio de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario