jueves, 27 de marzo de 2014
domingo, 9 de marzo de 2014
2014-03-08 Radio
Vaticana
(RV).- “Los fieles laicos, en virtud del Bautismo, son
protagonistas en la obra de evangelización y promoción humana”: lo escribe el
Papa Francisco en un Mensaje para el Encuentro de responsables de las
agregaciones laicales eclesiales y de inspiración cristiana, promovido por la
Diócesis de Roma sobre el tema “La misión de los laicos cristianos en la
ciudad”, desarrollado en la Pontificia Universidad Lateranense. “Incorporado a
la Iglesia, miembro del Pueblo de Dios – subraya el Papa - es inseparablemente discípulo
y misionero. Es siempre necesario volver a partir de esta raíz común a todos
nosotros, hijos de la madre Iglesia (cfr Evangelii gaudium, 120).
Como consecuencia de esta pertenencia común a la Iglesia y la participación a su misión - explica - es importante no contraponer entre ellos a las parroquias y las agregaciones eclesiales laicales. Estas últimas, en su variedad y dinamismo, son un recurso para la Iglesia, con su proyección en los diversos ambientes y sectores de la vida social; pero es bueno – observa Francisco – que mantengan un lazo vital con la pastoral orgánica de las diócesis y de las parroquias, para no construirse una lectura parcial del Evangelio y no desarraigarse de la madre Iglesia (cfr ibid., 29)”. El Obispo de Roma, pensando en la misión de los laicos cristianos en la ciudad “en contacto con las complejas problemáticas sociales y políticas”, los invita a “hacer uso habitual del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, un instrumento completo y precioso. Con la ayuda de esta ‘brújula’ – afirma - los aliento a trabajar por la inclusión social de los pobres, teniendo siempre para ellos una prioritaria atención religiosa y espiritual (cfr ibid., 200)”. (RC - RV)
Como consecuencia de esta pertenencia común a la Iglesia y la participación a su misión - explica - es importante no contraponer entre ellos a las parroquias y las agregaciones eclesiales laicales. Estas últimas, en su variedad y dinamismo, son un recurso para la Iglesia, con su proyección en los diversos ambientes y sectores de la vida social; pero es bueno – observa Francisco – que mantengan un lazo vital con la pastoral orgánica de las diócesis y de las parroquias, para no construirse una lectura parcial del Evangelio y no desarraigarse de la madre Iglesia (cfr ibid., 29)”. El Obispo de Roma, pensando en la misión de los laicos cristianos en la ciudad “en contacto con las complejas problemáticas sociales y políticas”, los invita a “hacer uso habitual del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, un instrumento completo y precioso. Con la ayuda de esta ‘brújula’ – afirma - los aliento a trabajar por la inclusión social de los pobres, teniendo siempre para ellos una prioritaria atención religiosa y espiritual (cfr ibid., 200)”. (RC - RV)
lunes, 3 de marzo de 2014
Decálogo para la renovación de la Iglesia en España,
Tomado de "Religión Digital" a propósito del discurso del Papa Francisco a los Obispos Españoles, 3 de marzo de 2014
1.-"Abrir caminos nuevos al
Evangelio", sin contentarse con lo de siempre.
Innovación y creatividad. Avanzar sin miedos.
2.- Una actitud de "escucha atenta a todos", de
"corazón a corazón", buscando siempre lo que une y no lo que separa.
3.- Los obispos y todos tenemos que poner en práctica
sobre todo estas cuatro virtudes: humildad,
paciencia, ternura y misericordia.
4.- Además, los obispos no pueden ser señores, sino pastores que
confían en "la grey", porque ésta "tiene
olfato para las cosas de Dios". La grey
conformada por curas, religiosos y laicos.
5.- Una Iglesia pueblo de Dios, donde los laicos, desde las más variadas condiciones de vida y respectivas competencias, han de llevar adelante el testimonio y la misión de la Iglesia
6.- Una Iglesia en
estado de misión, dedicada no sólo a conservar lo
que ya tiene, sino volcada en ir a buscar a los "alejados", a las
ovejas perdidas. Una Iglesia consciente de que "la fe no es una mera
herencia cultural".
7.- Una Iglesia que cuide especialmente la transmisión y la
educación de la fe de los niños. Porque la
infancia es la patria de la vida y, si el misterio de
Dios entra en el alma en esas edades primeras, permanece para siempre.
8.- Una Iglesia volcada
en el acompañamiento de las familias, como espacios
de amor, de vida y de fe. Ofreciendo este caudal de virtud a la sociedad, sin
querer imponer el modelo matrimonial católico como el único y exclusivo.
9.- Una atención
"prioritaria" a las vocaciones sacerdotales y religiosas.
10.- Y por último, pero siempre como primero en la agenda papal, "el
servicio a los pobres" de una Iglesia
que "es madre y nunca puede olvidar a sus hijos más desfavorecidos".
domingo, 2 de marzo de 2014
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